Es uno de los mitos más populares e incluso se ha extendido por toda la iglesia.
Surgió con la Teoría del Conflicto, en el siglo XIX que inspiró el ateísmo moderno, y los académicos estadounidenses Andrew Dixon White y John William Draper fueron influenciados por el novelista Washington Irving, quien lo incorporó en sus escritos anticatólicos y creó el mito acerca de la tierra plana y que provocó un enfrentamiento entre Cristóbal Colón y la Iglesia.
Primero en conferencias, luego en libros ampliamente publicados, estos eruditos cuentan una historia falsa sobre la larga guerra entre la religión y la ciencia, hablando de «una guerra vital para la libertad científica, que se ha prolongado durante muchos siglos.
El fraile agustino Gregor Mendel es considerado el padre de la genética.
El bulo es desmontado por datos que muestran cuántos católicos, incluidos muchos sacerdotes, han sido promotores de la ciencia y responsables de grandes descubrimientos. Decenas de premios Nobel creyentes, y los católicos han jugado un papel importante en campos como la astronomía, la medicina o la genética.
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