Uno de los Bulos más grandes que resurgen periódicamente es la negación de la Iglesia de que las mujeres tengan alma, como la autora y ex-directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás, afirmó en uno de sus artículos. Finalmente, se refieren a concilios como el de Niza y el de Trento, donde solo un voto decidió que la mujer si tenía alma.
En primer lugar, nada se menciona en estos concilios porque no hay duda sobre el alma femenina. Desde que comenzó el cristianismo, las mujeres participaban de los sacramentos y muchas de ellas eran veneradas como santas. Perpetua y Felicidad, Sta. Isabel de Hungría, Sta. Matilde, Sta Margarita de Escocia y así sucesivamente se evidencia este engaño de comparar a las mujeres con los animales.
Uta Ranke-Heinemann, una teóloga feminista. dice:
“Hay que decir con toda claridad que no es cierto que la Iglesia haya llegado incluso a dudar en algún momento de que las mujeres tengan alma o de que sean seres humanos. Se escucha y se lee con frecuencia que en un concilio, concretamente en el segundo sínodo de Macón (585) [un sínodo general franco convocado en el año 585 por el rey Guntram bajo la presidencia del santo obispo Prisco de Lyon], se llegó a discutir si la mujer tiene alma. Eso no es exacto.» Puedes lee el artículo entero aquí
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